Lo que comenzó como una manifestación organizada con un recorrido acordado terminó en tensión y caos en Friusa, Verón, provincia La Altagracia. La marcha del pasado domingo, impulsada por la Antigua Orden Dominicana, se vio empañada por la intervención de un grupo que desvió el trayecto establecido, lo que provocó un fuerte despliegue policial y momentos de alta tensión. Este incidente reaviva el debate sobre la organización de movilizaciones públicas y el respeto a los acuerdos de seguridad.
La movilización, convocada para las 2:00 p.m., transcurría en orden hasta que un grupo no identificado, ajeno a los organizadores, se adelantó al resto de los manifestantes e ingresó a una zona no autorizada. Esta acción violó los términos previamente pactados con el Ministerio de Defensa, generando una reacción inmediata de las autoridades.
Varios testigos, así como miembros de la organización, señalaron al comunicador Santiago Matías, conocido como Alofoke, como una figura clave en la alteración del recorrido. Según informes, su equipo entró a la zona de Matamosquitos —excluida del plan original— sin autorización, lo que detonó el enfrentamiento.
Ángelo Vásquez, presidente de la Antigua Orden Dominicana, denunció la presencia de personas infiltradas que actuaron por cuenta propia:
“Hubo provocaciones, claro que sí. Gente infiltrada, ajena a nosotros, quiso romper el esquema. Esto no fue parte de lo que se planificó”.
Por su parte, Juvenal Brenes añadió que estas acciones fueron motivadas por el deseo de notoriedad:
“Algunos, por afán de ‘views’ y querer figurar, rompieron el esquema, desconociendo los límites de seguridad”.
Ante la ruptura del cordón de seguridad, las fuerzas del orden desplegaron más de mil efectivos, además de gases lacrimógenos y camiones cisterna, para contener la situación. La Policía Nacional indicó que el orden fue restablecido y los derechos de los manifestantes respetados.
Videos difundidos en redes sociales mostraron a encapuchados lanzando objetos contra agentes, aumentando la tensión en una zona cercana a la comunidad haitiana de Matamosquitos, lo que representaba un riesgo adicional.
El periodista José Peguero, quien cubría la marcha, confirmó que el grupo causante del desvío no formaba parte de la Antigua Orden, y mencionó también a Ramón Tolentino y Pedro Casals entre los señalados.
La marcha en Friusa evidencia la fragilidad de los acuerdos cuando intereses individuales se anteponen a la organización colectiva. Aunque el objetivo de la movilización se cumplió parcialmente, el incidente resalta la necesidad de una coordinación más estricta entre organizadores y autoridades para evitar futuras confrontaciones. Hasta el momento, no se han emitido declaraciones oficiales por parte de Santiago Matías ni se han publicado cifras exactas de participación.
Tensions in friusa: route change sparks clash during peaceful march
What began as a well-coordinated demonstration with an approved route turned into tension and disorder in Friusa, Verón, La Altagracia province. Last Sunday’s march, organized by the Dominican Ancient Order, was disrupted when an unauthorized group deviated from the agreed path, triggering a heavy police response and moments of chaos. This incident reignites concerns about public mobilization management and the importance of respecting security agreements.
The demonstration, scheduled for 2:00 p.m., initially proceeded without issue. However, an unidentified group not linked to the organizers surged ahead and entered a restricted area, violating the route agreed upon with the Ministry of Defense and prompting an immediate reaction from security forces.
Multiple witnesses and organizers pointed to media personality Santiago Matías, also known as Alofoke, as a central figure in the disruption. Reports suggest that his team entered the Matamosquitos area — which was specifically excluded from the original plan — without authorization, sparking the confrontation.
Statements from the Organizers
Ángelo Vásquez, president of the Dominican Ancient Order, denounced the involvement of infiltrators who acted independently:
“There were provocations, absolutely. People who were not part of our group tried to disrupt the plan. This was not what we had organized.”
Similarly, Juvenal Brenes accused some of acting out of personal interest:
“Some wanted views and visibility. They broke the scheme and ignored security boundaries.”
The Authorities’ Response
To contain the situation, law enforcement deployed over a thousand officers, tear gas, and water cannons. The National Police stated that order was restored and the rights of peaceful protesters were upheld.
Social media footage showed masked individuals throwing objects at police officers, heightening tensions in an area close to the Haitian community of Matamosquitos — a location that presented additional security risks.
Journalist José Peguero, who was covering the event, confirmed that the group that deviated from the route was not part of the Dominican Ancient Order. He also mentioned Ramón Tolentino and Pedro Casals among those involved in the disruption.
The Friusa march revealed the fragility of agreements when personal agendas override collective planning. Although the demonstration achieved part of its goal, the incident underscores the need for stricter coordination between organizers and authorities to prevent future clashes. So far, Santiago Matías has not issued an official statement, and no exact attendance figures have been released.
