La tensión comercial entre Estados Unidos y China podría experimentar una ligera distensión debido al interés del presidente Donald Trump en lograr un acuerdo respecto a la popular plataforma TikTok. Este miércoles, Trump declaró desde la Casa Blanca que está dispuesto a realizar concesiones en materia de aranceles a China, siempre y cuando la compañía matriz de TikTok, ByteDance, acepte vender sus operaciones en territorio estadounidense a inversores locales.

Esta nueva iniciativa del presidente Trump ocurre en medio de un fuerte incremento en la presión arancelaria sobre productos extranjeros, especialmente automóviles. Recientemente, anunció un nuevo incremento del 25% en los aranceles sobre vehículos fabricados fuera del país, que se suma a un extenso listado de impuestos aduaneros aplicados durante su administración. En particular, para los coches eléctricos chinos, que desde agosto de 2024 ya contaban con un arancel del 100%, esto supondría una subida total al 125%.

Desde que asumió nuevamente la presidencia el pasado 20 de enero, Trump estableció un plazo de 75 días para que ByteDance ceda sus actividades en Estados Unidos, plazo que concluye el próximo 5 de abril. De no cumplirse este requisito, la plataforma corre el riesgo de ser prohibida en el país norteamericano, en virtud de una ley de seguridad nacional aprobada el año pasado.

No es la primera vez que Donald Trump intenta limitar la operación de TikTok en Estados Unidos. Ya en 2020, al final de su primer mandato presidencial, realizó intentos similares alegando motivos de seguridad nacional, aunque finalmente no tuvo éxito.

Actualmente, TikTok es una red social altamente influyente, con aproximadamente 170 millones de usuarios solo en Estados Unidos, lo que la convierte en un asunto delicado tanto para usuarios como para autoridades gubernamentales.

Condiciones de Trump: concesiones a cambio de aprobación china
En sus declaraciones recientes, Trump sugirió que China debería participar activamente en la aprobación del proceso de venta de TikTok, enfatizando que, si Pekín facilita dicha aprobación, él podría considerar una “pequeña reducción de aranceles” como compensación. Esto sugiere una disposición clara al diálogo, buscando beneficios mutuos, pero sin perder de vista los intereses económicos estadounidenses.

Además, aunque Trump mantiene firme su amenaza de prohibir la aplicación si no se llega a un acuerdo satisfactorio, también aclaró que tiene el poder de extender el plazo para la negociación si lo considera oportuno. En sus propias palabras: “Si no se concluye, no importa. Simplemente prolongaremos (el plazo). Tengo derecho a extenderlo si lo deseo”.

La eventual venta de las operaciones de TikTok en Estados Unidos tendría profundas implicaciones comerciales, políticas y tecnológicas. Por un lado, podría suavizar temporalmente las tensiones económicas entre ambas potencias mundiales. Por otro, sentaría un precedente sobre cómo Estados Unidos maneja cuestiones relacionadas con tecnologías extranjeras y seguridad nacional.

La propuesta de Trump, de cumplirse, podría resultar en un doble beneficio: evitar una disrupción importante en el mercado tecnológico y, simultáneamente, reducir ligeramente las fricciones comerciales entre Washington y Pekín.

La situación actual evidencia claramente cómo la política internacional, la tecnología y la seguridad nacional están cada vez más entrelazadas. El destino de TikTok en Estados Unidos dependerá en gran medida de las próximas negociaciones y decisiones políticas, cuyos resultados podrían marcar un importante precedente en la relación comercial entre EE.UU. y China. Mientras tanto, millones de usuarios permanecen atentos al desenlace final de este conflicto.

Trump opens door to tariff reduction with china in exchange for Tiktok agreement

Trade tensions between the United States and China could experience a slight easing due to President Donald Trump’s interest in reaching an agreement concerning the popular platform TikTok. On Wednesday, Trump stated from the White House that he is willing to make concessions on tariffs imposed on China, provided that TikTok’s parent company, ByteDance, agrees to sell its operations within the United States to local investors.

This new initiative from President Trump emerges amid increased tariff pressures on foreign products, particularly automobiles. Recently, Trump announced an additional 25% tariff on vehicles manufactured outside the country, adding to an extensive list of customs taxes implemented during his administration. Specifically, for Chinese electric vehicles, already taxed at 100% since August 2024, this would raise the total tariff to 125%.

Since resuming the presidency on January 20, Trump established a 75-day deadline for ByteDance to divest its U.S. operations, ending on April 5. If this requirement is not met, the platform risks being banned in the country under a national security law approved last year.

This is not the first time Donald Trump has attempted to limit TikTok’s operations in the United States. In 2020, toward the end of his first presidential term, he made similar efforts citing national security concerns, although those attempts ultimately failed.

Currently, TikTok is a highly influential social media network with approximately 170 million users in the United States alone, making this an especially sensitive issue for both users and government authorities.

In his recent statements, Trump suggested that China should actively participate in approving TikTok’s sale process. He emphasized that if Beijing facilitates this approval, he might consider a “small tariff reduction” as compensation. This indicates a clear openness to dialogue aimed at mutual benefit while maintaining U.S. economic interests.

Moreover, while Trump remains firm in his threat to ban the application if a satisfactory agreement is not reached, he also clarified that he has the authority to extend the negotiation deadline if necessary. In his own words: “If it doesn’t conclude, it doesn’t matter. We’ll simply extend (the deadline). I have the right to extend it if I wish.”

The eventual sale of TikTok’s U.S. operations would have significant commercial, political, and technological implications. On one hand, it could temporarily ease economic tensions between these two global powers. On the other, it could set a precedent for how the U.S. manages issues related to foreign technologies and national security.

If Trump’s proposal comes to fruition, it could yield dual benefits: preventing significant disruption in the tech market and slightly easing trade frictions between Washington and Beijing.

The current situation clearly highlights how international politics, technology, and national security are increasingly intertwined. TikTok’s fate in the United States largely depends on forthcoming negotiations and political decisions, outcomes that could set a critical precedent in U.S.-China trade relations. Meanwhile, millions of users remain closely watching how this conflict unfolds.